Banco Santander da un paso más en su apuesta por facilitar el acceso a la vivienda de los jóvenes y por intentar captar clientela con menos de 35 años.
Con estos objetivos sobre la mesa, la entidad financiera liderada por Ana Botín lanza a través de Santander SmartBank, el modelo de banca joven del banco, una prueba piloto para financiar la compra de la primera vivienda por parte de jóvenes con capacidad de pago de la cuota de la hipoteca, pero que carecen de ahorros. Una iniciativa que ya estaba estudiando la pasada primavera.
En concreto, el proyecto contempla la puesta en marcha de 1.000 préstamos para la adquisición de un inmueble residencial con los que financiará hasta el 95% del menor de estos dos importes: el valor de tasación de las casas o su precio de compra. El porcentaje supera en 15 puntos la media que ofrece el mercado, y que obliga al comprador a asumir el 20% de la operación más impuestos (como el ITP en el caso de una vivienda de segunda mano o el IVA si se trata de una nueva) y gastos (como la tasación o las copias de la escritura). Actualmente las hipotecas por encima del 80% suelen estar reservadas para perfiles de clientes muy concretos (por ejemplo los funcionarios, por su estabilidad laboral) o si la operación es sobre un inmueble que el banco tiene en cartera.
Y precisamente para ofrecer una alternativa, Santander va a poner en marcha la iniciativa que busca financiar hasta el 95% de la primera vivienda de los menores de 35 años, quienes podrán firmar la hipoteca a un plazo máximo de 30 años y podrán elegir entre un préstamo a tipo de interés variable o fijo.
A cambio de estas condiciones, Santander exigirá al cliente un aval personal que servirá de garantía durante los primeros cinco años. Pasado ese plazo, dejará de tener validez. Además, la operación deberá contar con el visto bueno del departamento de riesgos de la entidad, que analizará cuántos ingresos debe destinar el cliente al pago de la cuota hipotecaria (en líneas generales, los expertos recomiendan que se destine como mucho un tercio de los ingresos). La entidad explica que se trata de una iniciativa pionera y que, con ella, «refuerza la oferta especialmente diseñada para este segmento y que atiende necesidades e inquietudes de los jóvenes en el contexto actual de transformación socio-económica».
Esta propuesta está en línea con las que han puesto en marcha países como Reino Unido. El país activó un programa bautizado como ‘Help to Buy’, basado en un modelo de colaboración público-privada en el que el banco concedía hipotecas al 95% y el Estado ofrecía garantías del 20% de la operación para fomentar la compra de viviendas por parte de la población joven.
En España, un ejemplo de las iniciativas públicas es el de la Comunidad de Madrid, que a finales del pasado verano anunció ayudas para la compra de vivienda destinadas a los jóvenes. Conocido como programa Primera Vivienda, el plan del Gobierno regional consiste en avalar a menores de 35 años en la compra de una casa, siempre que tuvieran solvencia económica, a pesar de no tener ahorros previos suficientes como para acceder aun préstamo hipotecario. En plan contemplaba una partida de 12 millones de euros para avalar unas 5.000 hipotecas para pisos de hasta 400.000 euros.
Por parte del sector público también llegan otras propuestas para facilitar el acceso a la vivienda por parte de los jóvenes, como por ejemplo implicar a las aseguradoras a través de avales que permitan conceder más préstamos para la compra de inmuebles.
Fuente: https://www.idealista.com/